sábado, 25 de junio de 2011

PRODUCTO 8

NARRATIVA
EL VIAJERO CRISTOBAL COLON
Les voy a contar  la historia del viaje de Cristóbal Colón que desde muy pequeño   le gustaba viajar por los mares, con gran astucia se hizo amigo de los reyes católicos: la reina Isabel y el rey don Fernando para que lo apoyaran en su viaje en la búsqueda de las codiciadas especies, él al tener conocimiento de que la tierra era redonda había diseñado planos en los que si viajaba hacia el oriente llegaría en poco tiempo a la India sin tener que rodear África. Los reyes lo apoyaron con tres carabelas y alrededor de 120 hombres, la mayoría tomados de las cárceles, ¡hombres rudos para enfrentar lo desconocido! Estos confiados en que la tierra era redonda, sabían que estaban libres de caer en un precipicio cuando se terminara el mar como pensaban años antes, pero todavía creían en las historias de grandes monstruos en el mar.  En la mañana fresca del 3 de agosto de 1492, en el muelle del puerto de Palos poco a poco se reunieron quienes formarían la tripulación del viaje en las dos carabelas, la Pinta y la Niña, y una nao, la Santa María, embarcaciones pequeñas pero muy resistentes, al saber que necesitaban un cocinero prepare mi maleta y también me embarque en ese viaje a lo desconocido. Iniciamos  el viaje muy contentos con provisiones para dos meses. Solo los capitanes dormían en camarotes, pues la tripulación dormíamos en cubierta. Una vez al día, en un pequeño horno instalado en el centro del barco,  guisábamos una comida caliente con gran cantidad de ajo que el aroma despertaba el apetito de los marinos. El tiempo lo iban marcando relojes de arena de media hora, a los que regularmente daban vuelta los grumetes. En algunas ocasiones nos enfrentamos al mal tiempo, en otras algunos marinos tenían pleitos entre ellos, ya que eran hombres de carácter fuerte. En cierta ocasión se enfrentaron a  Colón porque pensaban que no encontraríamos tierra firme, Colón los calmo y dijo que se le dieran tres días de plazo, si no se encontraba nada, regresaríamos. Al paso de los tres días el 12 de octubre de 1492 avistamos tierra, nos acercamos y al llegar pudimos observar mucha vegetación verde, muchos frutos e indios como los nombro Colon, nos  observaban con admiración, solo vestían taparrabos y portaban deslumbrantes adornos de oro.



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